Ya son varias las veces que he venido, aunque nunca habia estado tiempo como en esta ocasion y voy entendiendo a Miami a mi manera, viendola desde su esquina oeste en esa parte que llaman Kendall y que realmente no se si es parte o no de la ciudad.
Aqui una zona se llama Miami Dade, otra Doral, otra Broward, al lado está Miami Beach y resulta que cada una tiene un “prefijo” de City, asi que o son partes de Miami o esta es un conglomerado de mini-ciudades. De todas maneras eso no es lo importante, sino que es una amplisima extension urbanizada que aprovechó para crecer todo lo que los ingenieros han acumulado como conocimientos en muchos años de urbanismo, incluido lo cómodo que resulta tener las calles cuadriculadas y numeradas, sin dudas menos poetico pero ostensiblemente mas práctico.
La ciudad (digamos por fin que si, que es UNA ciudad) es plana hasta lo imposible y se ha venido construyendo en lo que antaño fueran lodazales y pantanos, lo que impide o al menos dificulta las edificaciones altas. Está pensada en los carros: siempre hay una vía o canal para doblar a la izquierda, las calles son amplias y las avenidas aún mas, para no mencionar los “express-ways” que son descaradas pistas de aviación que corren de norte a sur o de este a oeste. La señalización es impecable, -eso si, cuando uno va llegando o saliendo del “down town” hay que poner extremo cuidado pues el minimo descuido te mete en un carril que te puede llevar bien lejos de tu destino. Los semáforos habitualmente demoran en rojo una eternidad. Las vías que van de norte a sur se llaman “avenidas” y las que corren de este a oeste “calles”, aunque hay unas cuantas clasificaciones adicionales como “court” o “circle place” que aprovechan para identificar las de inferior categoría. Por el lado de Kendall y el Doral, que ocupan el amplisimo oeste, las “calles” mas importantes en amplitud y en kilómetros se repiten mas o menos cada 16 numeros (la 88, la 72, la 56, la 40, la 24...) mientras que las “avenidas” que alcanzan mayor longitud se repiten mas o menos cada diez, especialmente las terminadas en “7” (entonces la 87, 97, 107, 127,...). El asfalto lo tiran negro pero el sol abrasador lo destiñe, asi que se ve bien simpático que uno conduce por calles “blancas”.
Hay una impactante cantidad de comercios en una ciudad que vive de eso, asi que dondequiera hay un “mall” con las grandes tiendas por departamento Wall Mart, K-Mart, Home Depot, Office Depot, cientos de supermercados de las cadenas Publix, Winn Dixie, Presidente y Sedano’s, de farmacias Wallgreens, CVS y Navarro y una interminable cantidad de restaurantes, ya casi todos de pequeñas cadenas aunque con frecuencia tan parecidos entre si que uno, ya adentro, no sabe bien en cual de ellos esta (Flannigan, Bennigan, Ale, Outback,...). Los shopping centers son mas imponentes con sus tiendas ancla bien dominantes. Los que mas me gustan son The Falls, abierto, caro, con bellisima caminata alrededor de jardines y cascaditas, Bayside tambien abierto y caro y muy muy relajado, Dolphin con sus muchas opciones de entretenimiento y Dadeland, sofisticadote el aunque muy encerrado para mi vista. En todos hay numerosas salas de cine cada vez mas sofisticadas y en el oeste los parqueos son extensísimos y gratis, no así en el down town o en Miami Beach, donde estacionar puede ser un problemón.
Con tanta agua corrida de lugar hay que hacerle un espacio, asi que en unos pocos kilómetros (perdón, aquí son millas) que recorras te encuentras varios laguitos (algunos preciosos con chorros iluminados al centro) y canales, por los que no es tan extraño que viajen comodamente los cocodrilos. Hay millones de patos y garzas y con regularidad atraviesan calles con toda comodidad.
Los carros se venden en concesionarios (fundamentalmente carros nuevos) o “dealers” (fundamentalmente carros usados) y con extrema frecuencia donde hay uno estan todos los demas bien cerca. Nunca habría imaginado banderas americanas (o de otro país o planeta) del tamaño colosal de las que exhiben varios de estos establecimientos. Los carros nuevos se compran o se "alquilan" por dos años y cuando un vehículo pasa de diez años dejan de llamarlo carro y pasa a ser un "transporteichon". No son tan frecuentes los accidentes para el desquiciante volumen de tráfico, pero estoy investigando cuánto pagan por hablar por celular o enviar mensajes de texto mientras de maneja pues es tan común que debe ser bien lucrativo.
La ciudad se esta poniendo a tono con los tiempos de a poco: al lado del Bayside Mall los edificios son de sepetecientos pisos y estan apiñados como de a cuatro por manzana, cerca está el impactante American Airlines Arena para deportes y los casi-gemelos edificios del Adrienne Arsht Center para los espectáculos de teatro, opera y ballet...un poco mas alejado de la costa acaban de construir el hermosisimo Marlins Park para los juegos de beisbol del equipo que ahora es local. Aquí y allá hay campos de golf imponentes en extensión y belleza de diseño y las zonas residenciales de lujo se van multiplicando (dígame usted las zonas de Coconut Grove, Coral Gables o la de Sunny Isles) Teniendo al lado el imán turístico que son las "tres calles" de Miami Beach o lugares como Lincoln Road (eso es aquí o allá?...ni se) o el novísimo Mid Town por acá tambien hacen lo suyo por imponerse como lugares de ocio de altos kilates. Por cierto, son de los pocos lugares donde uno ve gente caminando por la calle, una verdadera rareza en el oeste.
Culturalmente esto es el “limbo”, pues ya no es Latinoamerica pero todavía no es “yankilandia”: el español es mas que predominante y los americanos parecen tan turistas extranjeros como en la Plaza de la Catedral en La Habana. Habitualmente se identifican los precios en “pesos”, dondequiera hay sandwich y pan cubano y hay zonas que parecieran ferias de comida de la ONU. El colmo es que aqui se “llama pa’tras” en lugar de devolver la llamada, las palabras “asi que” desaparecen sustituidas por “so”, en los lugares se expenden “bills” en lugar de facturas, no se va a la fiesta sino a la"party" que se pronuncia "pari"...Del "american way of life" lo que mas rápido y con más fuerza entra en la sangre es el consumismo desenfrenado, aprovechando las constantes "ofertas" y las ventas de ocasión que te mantienen endeudado con cuatro tiendas y conco bancos al mismo tiempo. Claro que eso implica tambien que con mas frecuencia de lo esperable quien te promete que llega a las 5 llega a las 6 y 17...
Asi que ya se pueden ubicar por donde ando...