Caracas, ay Caracas!
Esta ciudad vista bien es muy bonita y estoy muy de acuerdo con tía Carmita, quien alguna vez dijo que era "vista y comida" porque también es verdad que aquí se come de forma excelente.
Con Frank hemos tenido la oportunidad de comer en varias ciudades del mundo y hemos exagerado yendo a lugares un poco más caros que lo que hubiéramos querido...y sin embargo no encontramos la calidad general de la comida que hay aqui. Si, las pizzas de Roma son "wow", el tiramisú en Venecia es para llorar cuando se termina, las salsas en Paris obligan a limpiar el plato con el pan, las lonjas de cerdo fritas acompañadas de congrí en La Habana son inolvidables, los tamales en México o las empanadas en Buenos Aires son para sentarse y no levantarse...pero como "combo general" de la entrada al postre no hemos encontrado gastronomía como en esta capitalita venezolana.
De los que más nos gustan están ALTO, que combina la alta calidad de la cocina de cierta reminiscencia catalana con unos espacios preciosos y un servicio a todo trapo, EL ALAZAN, gigantesco con yo creo que 100 mesas y sin dudas la carne de res más sabrosa de la ciudad, MOKAMBO con comida muy sana y espectacularmente hecha, IL GRILLO con su alta y larga pared de piedras que es una cascada. En REY DAVID nos encantan los crepes y en ASTRID & GASTON botan la pelota con la comida peruana. Igual que Mokambo el PALMS tiene al frente una chef y la verdad es que es difícil escoger a una sobre la otra.
Donde mejor nos tratan es en PANINI, de muy sabrosa comida mediterránea y donde nos malcrían demasiado y el que más congoja nos da es EVIO'S PIZZAS, que cerraron por causa desconocida y que tenía by-far la mejor pizza de la ciudad al tiempo que un siempre bien acogido espectáculo de jazz en su reducido espacio aquí a dos cuadras de nosotros en Los Palos Grandes.
Y del fulano Ávila ni te cuento. Como todo nuestro apartamento da de frente a la cordillera y estamos a menos de dos kilómetros de la montaña la vista es simplemente impactante desde el Pascal 122B. En La Habana siempre mire al mar y hacia la mitad oeste de la capital, pudiendo distinguir muy bien el puerto de El Mariel y allá a lo lejos las montañitas ni-fu ni-fa de la Sierra del Rosario. Pero el Ávila es punto y aparte. La ciudad ya está 900 metros sobre el nivel del mar y los picos de la cordillera se elevan otros mil y piquito de metros adicionales. Todo el año está verde, a veces intenso, un par de meses con algo de amarillento. Las nubes blanquiiitas gozan arrullándose con las cimas y es frecuente descubrirlas como "descansando" sobre él.
Y como hay que completar tanta belleza para los ojos con algo, pues qué tal si me sirvo una copita de vino tinto Malbec argentino y brindo por Ustedes?
A su salud!
