Para mi sorpresa, en Key
West -el viejo Cayo Hueso al que se llega por una impactante autopista
literalmente sobre el mar- estando más cerca geográficamente de Cuba que del
latinizado Miami, uno siente que está en
los Estados Unidos. Nada allí se basa en referencias a la cercanía a la isla,
guayaberas, tabaco o ron y si algo recuerda es a los pueblitos de las películas
donde todo el mundo anda relajado y muy metido en lo suyo.
En los negocios no
había latinos que hablaban inglés sino gringos hablando español, los
letreros en las calles están en el idioma de allá, el tipo de negocio es la
taberna con su sala de billar y su potro loco para ver con la jarra de cerveza
y la música es la que uno espera oír en el centro o el centro-oeste del país. Y
no es que sea mejor o peor que sea así, simplemente es que lo que uno ve
corresponde con el lugar donde está.
El calor abrumador y la
brisa más caliente que refrescante obligan a cobijarte de tanto en tanto y es
agradable contar con tantas opciones una al lado de la otra, la de aquí mejor
que la de al lado. La gente amable, con la única intención de pasarla bien
haciendo pasar a los clientes un buen rato. Las bebidas bien frías, los equipos
de aire acondicionado y los ventiladores de techo a tono, la comida abundante y
muy condimentada, las puertas de todos los negocios abiertas de par en par
invitando al transeúnte curioso o al sediento. Los hoteles son generalmente más
prácticos que ostentosos y queda claro que toda la ciudad vive del y para el
turismo, especialmente de lo (mucho) que se pueda gastar uno en unas noches de
copas y baile entrando y saliendo del interminable collar de locales. La
cercanía al mar es ostensible en la arquitectura de las construcciones y el
diseño propio de las calles, con colores que alegran la vista en su vano
intento de competir con el precioso atardecer.
De todas maneras había que
visitar el famoso punto marcado como el más al sur del territorio continental
de los Estados Unidos, donde se encuentran el Atlántico y el Golfo de México en
impactante competencia de verdes y azules.
Allí mismo se indica que a
90 millas esta Cuba…y yo me dije "Gracias a Dios"!