Paris no es una ciudad, es un estilo de vida.

Por donde quiera que vayas, cerca o lejos de su zona más concurrida por los turistas, es un canto a la vitalidad, a la conjunción entre lo creado por la naturaleza y lo que es capaz de crear o transformar el hombre, a la armonía en las formas.

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Toda la fama que la precede a tu encuentro con este pedacito de madera tan bien protegido en el Museo del Louvre es justificada. Está ubicada en una sala de enormes dimensiones y no logras acercarte a ella más que a unos 10 metros y aun los privilegiados que pueden aproximarse más tienen una separación inviolable de la gruesa lámina de vidrio... Continuar leyendo

Por mucho que se apetece después de haber tenido la oportunidad de visitar -y disfrutar, cómo no- algunas ciudades, comparar nunca es exacto y casi nunca es justo, así que simplemente aquí van las cosas que nos gustaron mucho de París:

Está en el barrio parisino de la perdición: bares, cantinas, tiendas de  objetos sexuales, discotecas…A las 11 de la noche había gente en los alrededores como al mediodía y a las 2 de la madrugada había en los alrededores gente como a la salida del trabajo (or weren't they...?…)

Acá llegan desde todos los países con la única ilusión de... Continuar leyendo

A apenas unos metros de la que fuera la Plaza del Mercado y ahora es la Gran Plaza de Bruselas y endosada a la archiconcurrida Rue des Bouchers hay una callecita ciega cuya atracción es innegable, provocada por su peculiar Delirium Café.

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