Su apellido está al menos gramaticalmente vinculado a la gaviota (“tchaika”), aunque realmente cuesta no oír su música sin sentir pensar en “majestuosidad” –como la del mar- o sin emocionarse, como hicieron por siglos los marinos al adivinar la cercanía de tierra cuando veían esas aves.

Sus obras,... Continuar leyendo

Cada vez que pienso en Moscú se me atropellan los recuerdos de lugares maravillosos y fácilmente adjetivables como "grandiosos" o "enormes". Y es que el determinismo geográfico existe, claro que si: para gente habituada a espacios sin límites, a planicies que se extienden a todo lo amplio que alcance la vista, es bien difícil que se les venga a la mente la necesidad de restringirse. No lo hicieron en arquitectura como tampoco en música o en literatura.

En esos años en que uno no tiene idea clara del peligro o el ridículo pero a la vez es capaz de aceptar a los otros con las propuestas que vengan, me dijeron de cantar dentro de un espectáculo de aficionados de mi facultad de economía y hasta salimos de gira por varias ciudades del "anillo de oro de Moscú". Aquí con Carmen, una amiga peruana y Vitia, "mi" pianista. Si, casi no tengo barriga ni canas, pero soy yo...o era.

Wow, esos son los años es que uno come y... Continuar leyendo